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Crónica de las X Jornadas Comiqueras Madrid 2015

Ha transcurrido ya una semana desde que se celebraran las X Jornadas Comiqueras, pero no por eso voy a dejar de resaltarlas como el único encuentro con el medio verdaderamente destacable que se celebra en Madrid actualmente.


Las Jornadas, organizadas por la Fnac y SD Distribuciones, cuentan con una cierta tradición y se vienen celebrando desde hace ya varios años de forma similar en Barcelona y Madrid. Comenzaron siendo un evento de carácter meramente promocional, modesto y discreto en sus inicios, para ir creciendo lentamente, hasta llegar a convertirse en la actual combinación de presentaciones editoriales, conferencias y sesiones de firmas, mezcla que ha ido cuajando poco a poco, año tras año, hasta llegar a haberse convertido en una cita anual del medio tremendamente relevante, especialmente en el caso de Madrid.


A pesar de que este año se ha celebrado la décima edición en la capital, no fue hasta 2012, año en el que las jornadas dieron un salto cualitativo importante, cuando comenzaron a tener relevancia. Fue entonces cuando se logró reunir por primera vez a una cantidad suficiente de invitados dignos de mención, tanto de fuera de España (Frederik Peeters, Vicomte, Maryse y Jean-François Charles), como en la representación nacional (Miguel Gallardo, Miguelanxo Prado, Montesol, Max, Enrique Corominas o Juan Díaz Canales, entre otros). Sin embargo, resultaron esenciales el esfuerzo y la aportación de nuevas editoriales como Netcom2, que en ese momento apostaban fuerte por la BD, las que consiguieron aumentar sustancialmente el interés el evento, siendo éstas más importantes que las propias aportaciones que pudiera realizar la propia organización.

Este balance mejoró durante el año 2013, donde hubo un incremento sustancial en el interés y la dedicación, con varias sesiones dignas de mención, culminando con una jornada de sábado espectacular: encuentros con Grzegorz Rosinski y Max, la presentación del último Blacksad y la obra Un médico novato, de Sento, la mesa redonda con Jordi Sempere y Jose María Polls o la mesa de Janry, André Taymans, Janry, Christian Rossi y Alain Quireix. En 2014, sin embargo, hubo un bache que hizo que pasaran mas que desapercibidas, así que cuando observé la programación de este año, quedé impresionado de entrada, no tanto por la programación semanal, algo deslavazada, sino por la sesión del sábado.

Esta era MI agenda particular ese día:

  • 11:00. Mesa redonda: Un nuevo impulso a la linea clara en el cómic. Con la presencia de Mique Beltrán y José Luis Povo

  • 13:00. Cara a cara con Hermann y Cosey.

  • 17:00. Clase magistral de Jaime Calderón

  • 19:00. Mesa redonda: Historia y aventura en el cómic francés. Con Christian Denayer, Hub, André Juillard y Jean-Yves Mitton.

No se que pensarán otros aficionados, pero sólo estas cuatro ponencias ya presentan un interés superlativo. Estuvieron moderadas por un infatigable Jordi Ojeda y resultaron francamente interesantes. Las jornadas se graban en video, que mas pronto o mas tarde estarán accesibles para el público en general desde su blog.

Mique Beltrán, Jordi Ojeda y un entusiasta José Luis Povo

Hermann y Cosey, narradores del ying y el yang de la naturaleza humana

Jaime Calderón explicando los entresijos de sus quehaceres a Jordi Ojeda

De izquierda a derecha: Hub, Christian Denayer, André Juillard, Jean-Yves Mitton y Jordi Ojeda

Además del entusiasmo y la entrega de los autores que participaron en las jornadas, resulta encomiable la labor de personas como Jordi Ojeda, que realiza una fatigosa e impecable labor, que debería ser reconocida públicamente. Jordi tiene su propio blog, Cómic, ciencia y tecnología, donde podéis ver la ingente cantidad de actividad que desarrolla alrededor del medio.


La jornada terminaba con una sesión de firmas a las 20:00 horas que contaba con los anteriores autores, además de otros participantes en las Jornadas como Didier Tarquin, Lyse, Oliver Vatine o Paul Renaud, entre otros. Ya sabéis que no soy precisamente un entusiasta de estas sesiones, pero la verdad que fue agradable charlar, aunque fuese sólo durante unos breves instantes, con Denayer (¡qué señorío!), Hermann, Cosey o Mitton. A Juillard ni me moleste en acercarme: dada la ingente cantidad de gente que aguardaba turno para verle, no hubiese tenido tiempo de ver a nadie más.


Da gusto observar la extrema amabilidad, el cálido carácter y la tremenda profesionalidad que emana de estas figuras: siempre acabo sorprendido porque me resulta tremendamente insólita la naturalidad y sencillez conque ejercen su labor, tan lejana de la vanidad de otros entornos que conozco bien en otras facetas artísticas, académicas o del ámbito empresarial.


En cualquier caso, una ciudad como Madrid está muy necesitada de este tipo de iniciativas. Así pues, ¡larga vida a las Jornadas Comiqueras!.

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