Interiorae
Nacido para la serie Ignatz de Coconino Press, diseñada para dar cabida a distintos proyectos libres en el contenido y en la fórmula editorial, Interioriae fue inspirada por la serie de producción propia del cómic de Daniel Clowes, Eightball. Pensado como una especie de (falsa) revista de decoración, con artículos, objetos de diseño y las historias de las personas vinculadas a los mismos, su autora, Gabriella Giandelli va introduciendo cambios poco a poco, volviéndose hacia la idea de un contenedor completamente ideal: un edificio.
La excelente edición española de Sinsentido hace que sea un placer leer este tebeo. En el año 2001 ya se encargó de publicar su primera obra larga, Silent Blanket (1994).
En las obras de Gabriella Giandelli el dibujo es delicado y estático. Su mundo es plano, de dos dimensiones, aún cuando pinta las perspectivas del paisaje y sus edificios. Sus lápices de colores construyen las viñetas de forma minuciosa.
En Interiorae, su obra más amplia, que ha conseguido que desde 2005 la crítica internacional sea considerada como de los talentos italianos más recientes, Giandelli muestra claramente la deuda que se une a la atmósfera y los temas favoritos del escritor y artista Dino Buzzati: la obra está dotada de atmósfera mágica, también de pequeñas paradojas; se centra la atención en el detalle psicológico y en las relaciones humanas, la capacidad de convertir cualquier suceso cotidiano en algo fantástico y conmovedor.
Interiroae es un fresco de pequeñas historias que suceden y se entrelazan en un edificio de apartamentos, de lado a lado y entrelazadas, de las que da testimonio una frágil criatura mágica, que a su vez, debe rendir obediencia a un extraño monstruo bueno y sin forma, que vive en el sótano, alimentándose de de los sueños de las personas que habitan edificio, llegando a ser, por tanto, el alma de éste. No en vano la autora declara:
Creo que el diseño tiene un profundo e imprescindible enlace con los sueños
En Interiorae, como, en otra de sus obras, Sotto le foglie, el silencio del entorno es también el silencio interior, la incapacidad de comunicarse, el aislamiento, la soledad psicológica. Por esta razón, el dolor que cada personaje lleva dentro se difumina con la delicadeza del dibujo, resultando de la mezcla una especie de melancolía. donde todo es suave y hermoso.
Es inevitable que la obra de Giandelli se compare con la de Lorenzo Mattoti, sobre todo por la construcción de las formas de color, y en menor medida con la de Jacques de Loustal. Más atrevida es la comparación que he leído, debida al poeta y ensayista Daniele Barbieri:
... En cierto modo, somos las partes de una película de Aki Kaurismaki: todo en la vida es de alguna manera malo y doloroso, pero la historia que estamos viendo es narrada en un tono casi surreal que a menudo nos provoca una sonrisa, por lo que nos sentimos más involucrados en ella. En Giandelli, el refinamiento del dibujo sustituye a la ironía de Kaurismaki...
Yo no llegaría tan lejos en la comparación, máxime cuando en las películas de Kaurismaki la motivación de los personajes es más evidente, pero juzgad vosotros mismos.